Palabras de gratitud
Sentimos gratitud en el corazón, son
tantos sentimientos encontrados,
pues en el circulo de lectura abrimos
las puertas, de nuestra alma y corazón,
para dar paso a la formación de
lectores y escritores.
Desde el primer momento que empezó
esta actividad nos emocionamos con los escritos que realizamos y aun más al
leer los escritos de los demás compañeros
¡Qué experiencia tan grata!
Ya que día a día, se incrementaba, como una
llamarada esa pasión e ilusión por crear,
por escribir, por ser los mejores
maestros de literatura
y así mismo, sumergir en el mundo de
la lectura a nuestros alumnos
y participantes de nuestro círculo
de lectura.
Muchas gracias.
UNA MIRADA REFLEXIVA AL CÍRCULO DE
LECTURA.
Es habitual escuchar sobre la importancia de
desarrollar la motricidad fina o la creatividad en los niños desde la primera
infancia, de igual forma lo pertinente de promover sus capacidades tanto
intelectuales como su pensamiento crítico, todo esto de suma importancia para
el desarrollo optimo e integral en los futuros hombres y mujeres que lideraran
este país, por tal motivo es el lenguaje el medio a través del cual se inicia y
se continua construyendo lo anteriormente mencionado, ya que a través del
lenguaje tenemos la capacidad para
manifestar nuestros sentimientos, emociones, opiniones etc. El lenguaje que se construye y se articula desde el
pensamiento.
La manera en que se esté formando a los niños aportara
o incrementara esas habilidades y esas destrezas que se necesitan para ampliar
los conocimientos y hacer de la persona un ser completo, es la literatura
entonces la herramienta más adecuada para dicha formación, es uno de los medios
por el cual nos comunicamos siendo también este, un canal de disfrute de
aspectos artísticos y estéticos y por ende, un medio para llegar a la reflexión
y el cuestionamiento sobre diversos temas.
Cuando los niños leen o escuchan la lectura en voz
alta, se incrementan ciertos aspectos de suma importancia en la formación
integral del receptor, en este caso nuestros estudiantes. Hablamos del
vocabulario, la creatividad y la imaginación, también del vinculo afectivo que se establece entre
lector y receptor el cual refuerza la autoestima, mejora las relaciones
interpersonales, se desarrolla la participación y exposición libre de ideas
donde surge el cuestionamiento sobre las acciones al trabajarse los valores en
las historias, se estimula la sensibilidad social, la tolerancia y el respeto
por el otro.
A continuación presentamos los aspectos positivos de
la lectura en voz alta desarrollada en un proyecto denominado “Círculo de
lectura” y un derrotero de aportes de autores que apoyan e invitan a que en las
aulas de clase se motive al estudiante no solo a adquirir conocimientos
básicos, sino también a derrochar esa imaginación y a disfrutar de la lectura
que tanto aporta de forma constructiva a la formación integral del ser humano.
La lectura un tiquete VIP
El círculo de lectura es una estrategia que permite
abrir espacios, generar posibilidades en el intercambio de conocimientos y
experiencias, y hacer evidente el
“despertar” literario desde la escritura de la experiencia propia del sujeto,
Cuervo (2010)[1], y es aquí donde las niñas
y niños desarrollan sus potencialidades
escritoras. En este sentido es necesario que como docentes demos ejemplo, como
lo expresa Machado (2002) “En pocas palabras, estoy
convencida de lo que lleva a un niño a leer es, el ejemplo. De la misma forma
que aprender e cepillarse los dientes, a comer con tenedor y cuchillo, a
vestirse, a ponerse los zapatos, y tantos otros actos cotidianos.”[2]
Quien nos
invita a reflexionar sobre cuál es nuestro papel frente a los estudiantes y
quien nos lleva a pensar en lo que estamos aportando y como estamos aportando,
la lectura debe ser un deleite y primero debemos ser nosotros quienes nos
deleitemos emergidos en papel y tinta.
En este contexto, desde la lectura y la escritura,
los estudiantes logran desarrollar su potencialidad, creatividad e imaginación como
lo indica la autora Fajardo (2008)[3] Por
lo tanto la lectura debe ir acompañada de diversos elementos que fortalezcan los
procesos cognitivos, psicológicos,
emotivos, sociales, participativos y creativos de los niños. Por tal razón los primeros acercamientos del niño con la
lectura deben ser a textos que contengan elementos ricos y enriquecedores,
múltiples y sugestivos y en ningún caso limitados o simplificados, y esas
fortalezas se construirán cuando el maestro se siente y sea consciente que
quienes lo escuchan son seres necesitados de afecto, la letra no entra con
“sangre”, definitivamente entra con “amor”
y en palabras de Vasco (2008) “Tratar de formar pequeños lectores, mejor
dicho ratoncitos de biblioteca, sin involucrarse de manera afectiva, no
funciona. Sin unos brazos que acaricien, sin unas nanas que adormezcan, sin
unas palabras mágicas que curen, poco o nada se logra. Entregar libros, así
nada más, sin ton ni son, a los niños más chiquitos, suele ocasionar únicamente
destrucción, conflicto y alejamiento de los libros”[4] y para ser aun más claros, la lectura debe
ser dada por un amante asiduo de la profesión o como mejor lo expresa Penac
(1996) El maestro que lee con sus niños “da de leer”[5]
Desde este contexto teniendo claro que como
maestros somos ejemplo para nuestros estudiantes y no solo ejemplo, sino
también guías en su proceso formativo, tenemos el deber de motivar y
desarrollar todo su potencial, en consonancia con Larrosa (1996), es posible el
acceso a la imaginación de los niños, promoviendo la libre creatividad, en
otras palabras, como docentes, debemos hacer uso de la imaginación, ya que es
esta, reproductora de la realidad, desde la experiencia[6].
La praxis de la lectura en voz alta
Según Valverde (1984)[7] esta
ha tenido su impacto en la población escogida para estas actividades, ya que
hasta el momento, en las labores pedagógicas, solo se ha tenido en cuenta la
escritura, a la cual se ha dado privilegio, dejando a un lado la lectura en voz
alta, lo sonoro, lo bonito, lo estético, como motor y fuerza del lector, desconociendo que el oído también es
aprendizaje según Pelegrin (1984)[8],
es decir, que no únicamente el sentido
de la vista es vía para el aprendizaje, pues todos los órganos del cuerpo son
aprendizaje, entonces, desde este punto de vista, es
relevante entrenar todos los sentidos del cuerpo, por lo tanto es muy
necesario propiciar la lectura en voz
alta para el reconocimiento de lo diverso, para lograr la comunicación e
interrelación humana de acuerdo a Chambers (1999)[9] o desde la “imaginación y la creatividad”
como acentúa Rodari (1999)[10]
Teniendo claro lo anterior es preciso al iniciar en
trabajo de lectura, el verificar cómo los niños se encuentran con su cuerpo
desde los sentidos, tomando confianza de sí mismos. En el momento de la realización
de la lectura en voz alta el maestro
consciente de su rol, debe permitir
el acercamiento del sujeto como lector desde el respeto de todas las
dimensiones humanas, promoviendo así “el amor a la lectura y la escritura”
Cuervo (2008)[11], factor que la escuela
nunca debe olvidar y necesita promulgar mientras exista, ya que esta es una de
las estrategias más relevantes, que se debe utilizar en la práctica escolar.
A modo de
conclusión:
“Leemos y
escribimos con la conciencia de que la literatura no habrá de cambiar el mundo,
pero sí a nosotros mismos, en la medida en que nos haga más amables y
comprensivos, mejores personas, Leer para escribir quiere decir que
asumimos los textos como juguetes para divertirnos, es cierto, pero
también para desarmarlos y aprender cómo los construyen sus autores, de manera
que, con su ejemplo, podamos componer los nuestros”.
(José
Martí).
La
lectura es una afición que difícilmente se enseña, podemos llegar a contagiar a
los demás, algunas veces se puede hacer por imitación, por ello debemos
alimentar el espíritu lector desde temprana edad.
La lectura
alimenta la imaginación, estimula y satisface la curiosidad intelectual, la
creatividad, la fluidez, la flexibilidad, la originalidad y la sensibilidad. A
todo lo bello, todo lo estético, todo lo que nos inspira. La lectura y la
escritura nos vuelve más tolerantes, menos prejuiciosos, más libres, más
resistentes al cambio, más universal, a través de la lectura volamos a otros
mundos diseñados por nuestra imaginación y la escritura te hace libre para
contar tu propia historia.
Los
niños y los adolescentes con frecuencia nos indagan sobre el por qué y el para
qué leer y escribir y, muy seguramente,
siempre tenemos una respuesta previamente preparada sobre la importancia de la
lectura y la escritura a nivel pedagógico como “para estructurar pensamiento, para
adquirir y consolidar conocimientos, para profundizar ciertas habilidades,
entre otras”. Sin embargo, y aunque
también es parte del bien sabido discurso pedagógico, esos argumentos no son
significativos sino para quien ejerce la labor educativa, y al no dotar a la
actividad de sentido la lectura y la
escritura siguen siendo obligaciones mecánicas
trayendo como consecuencia
comprensiones parciales.
Somos
nosotros, los educadores, educadores de una generación caracterizada por la
confusión, educadores en un país en guerra, educadores en un mundo globalizado
en conflicto permanente, los que debemos conceder a la literatura una
significación mucho más amplia que, sin dejar de lado aspectos puramente
instrumentales del uso de la lengua, recobre la magia de la palabra, el sentido
de la narración, la empatía, los contextos históricos, los personajes como
nosotros mismos, la voz del otro como un eco que no le de descanso a nuestras
almas.
La
literatura es, unida a otras artes, una de las más conscientes y, a la vez,
virtuosas manifestaciones de la naturaleza del ser humano, cuya humanidad le
confiere infinitos trasfondos que van desde la compasión, la generosidad o la
sensatez hasta la perversidad, el
egoísmo o la violencia.
[1] Cuervo, C (2010) Lecturas y escrituras
vividas: una formación de sentido.
[2] Machado A.(2002) Entre
gansos y vacas: escuela, lectura y literatura. En Lectura, escuela y creación literaria.
Madrid:Anaya
[3] Fajardo M (2008) El profesor
de preescolar y primaria frente a la literatura para niños: Una reflexión. En
Revista del Grupo de Investigación “EDAFCO” (Educación, Afecto y Cognición) del
programa de Psicología de la Universidad de Ibagué
[4] Vasco, I. (2008) Leer sin saber leer. En:
http://www. cuatrogatos.org/3leersinsaberleer.html. Tomado en abril de 2008.
[6] Larrosa, J. (1996)
Literatura, experiencia y Formación En La experiencia de la lectura. Laertes:
Barcelona
[7] Valverde, J.M. (1984) ¿Qué
es leer? Voz alta y escritura En La Literatura. Qué era y qué es, Barcelona:
Montesinos
[8] Pelegrin A. (1984) Del arte
de leer En La aventura de oír. Cuentos y memorias de la tradición oral. Bogotá:
Cincel Kapeluz
[10] Rodari, G.(1999)
Imaginación, creatividad y escuela en La Gramática de la fantasía. Bogotá:
Panamericana
Leslie Carreño
Elsa Patricia Parra
Sandra Jenny Otalvaro
Celimo
Muñoz
Me encanto su trabajo, todos haciendo su circulo de lectura, con actividades importantes, con un autor profundo, me gustó la reflexión sobre el círculo. El texto último evidenció con propiedad lo que sus actividades habían evidenciado en el blog, una lectura y comprensión de los autores del módulo. Gracias a todos por este bello blog y estos círculos de lectura que hacen posible la vida a tantos niños y niñas... Continuemos....
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