sábado, 10 de noviembre de 2012

IMAGINACIÓN Y FANTASIA





Tener la capacidad de imaginar, es un ejercicio que debemos desarrollar desde nuestros primeros años, el maestro es llamado a retar al niño a despertar su creatividad, curiosidad y ansias de volar… El juego simbólico, en que el niño “jugaba a ser” y “jugaba a hacer” evocando ausencias, era central para el desarrollo del símbolo, del pensamiento y, por lo tanto, para la adaptación inteligente y creadora a la realidad. La fantasía no era, entonces, tan evasora de lo real como parecía. Es más, se nutría de lo real y revertía sobre lo real. Era la dimensión libre y poderosa de la relación entre el hombre y su entorno. En el juego, el niño compensaba carencias, liquidaba conflictos, anticipaba situaciones y, en general, purgaba temores (REALIDAD Y FANTASÍA O CÓMO SE CONSTRUYE EL CORRAL DE LA INFANCIA Graciela Montes)
Las estrategias que se empleen en el aula de clase y teniendo en cuenta que no sólo desde el área de las lenguas, sino aplicando la inventiva en todas las asignaturas, la conexión y efectividad entre aprendizajes serán mayores con resultados óptimos e individuos felices capaces de crear y recrear.
Hemos consultado sobre la diversidad de estrategias para hacer desde el aula en que se exalte la imaginación de los niños, invitarlos a hacer parte del tejido de historias dadas a partir de otras. Evitemos romper el encanto de  la imaginación de quienes están a nuestro alrededor, permitamos que los niños vuelen tan alto hasta poder acariciar las nubes, el docente puede ser quien cuide esa semillita de imaginación y fantasía, para que no florezcan adultos verdes con cara de ogros , creyendo que soñar es cursi y es solo cosa de niños, por esto cada día debemos cerrar los ojos y sentir el suave aroma de las risas, cubierta de saberes, de libros que nos abracen y palabras que nos acaricien.
 Salgamos de los esquemas tradicionales, el tema en que el maestro sencillamente llegaba impartía información, entregaba una “nota”, la que a su criterio era justa en la evaluación a sus estudiantes. Vayamos más allá de esta educación, formemos sujetos que eleven su intelecto, seamos agentes de un recuerdo grato y formador, que al ser evocados seamos imagen de aprendizaje, felicidad, armonía, estética… y manos a la obra, demos rienda suelta a nuestra imaginación.
Realizar ejercicios de inventar historias, permite a los niños tomar confianza, despertar la creatividad, respetar y dar lugar a la palabra y la fantasía es valiosa, ya que la imaginación ocupa un lugar muy importante en la educación y la formación de adultos más felices. 










PUBLICADO POR : Patricia Parra

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