jueves, 22 de noviembre de 2012

TEXTO DE REFLEXIÓN


Palabras de gratitud
Sentimos gratitud en el corazón, son tantos sentimientos encontrados,
pues en el circulo de lectura abrimos las puertas, de nuestra alma y corazón,
para dar paso a la formación de lectores y escritores.

Desde el primer momento que empezó esta actividad nos emocionamos con los escritos que realizamos y aun más al leer los escritos de los demás compañeros

¡Qué experiencia tan grata!

 Ya que día a día, se incrementaba, como una llamarada esa pasión e ilusión por crear,
por escribir, por ser los mejores maestros de literatura
y así mismo, sumergir en el mundo de la lectura a nuestros alumnos
y participantes de nuestro círculo de  lectura.
Muchas gracias.



  

UNA MIRADA REFLEXIVA AL CÍRCULO DE LECTURA.

Es habitual escuchar sobre la importancia de desarrollar la motricidad fina o la creatividad en los niños desde la primera infancia, de igual forma lo pertinente de promover sus capacidades tanto intelectuales como su pensamiento crítico, todo esto de suma importancia para el desarrollo optimo e integral en los futuros hombres y mujeres que lideraran este país, por tal motivo es el lenguaje el medio a través del cual se inicia y se continua construyendo lo anteriormente mencionado, ya que a través del lenguaje  tenemos la capacidad para manifestar nuestros sentimientos, emociones, opiniones etc. El lenguaje  que se construye y se articula desde el pensamiento.

La manera en que se esté formando a los niños aportara o incrementara esas habilidades y esas destrezas que se necesitan para ampliar los conocimientos y hacer de la persona un ser completo, es la literatura entonces la herramienta más adecuada para dicha formación, es uno de los medios por el cual nos comunicamos siendo también este, un canal de disfrute de aspectos artísticos y estéticos y por ende, un medio para llegar a la reflexión y el cuestionamiento sobre diversos temas.

Cuando los niños leen o escuchan la lectura en voz alta, se incrementan ciertos aspectos de suma importancia en la formación integral del receptor, en este caso nuestros estudiantes. Hablamos del vocabulario, la creatividad y la imaginación, también  del vinculo afectivo que se establece entre lector y receptor el cual refuerza la autoestima, mejora las relaciones interpersonales, se desarrolla la participación y exposición libre de ideas donde surge el cuestionamiento sobre las acciones al trabajarse los valores en las historias, se estimula la sensibilidad social, la tolerancia y el respeto por el otro.

A continuación presentamos los aspectos positivos de la lectura en voz alta desarrollada en un proyecto denominado “Círculo de lectura” y un derrotero de aportes de autores que apoyan e invitan a que en las aulas de clase se motive al estudiante no solo a adquirir conocimientos básicos, sino también a derrochar esa imaginación y a disfrutar de la lectura que tanto aporta de forma constructiva a la formación integral del ser humano.

La lectura un tiquete VIP


El círculo de lectura es una estrategia que permite abrir espacios, generar posibilidades en el intercambio de conocimientos y experiencias, y hacer  evidente el “despertar” literario desde la escritura de la experiencia propia del sujeto, Cuervo (2010)[1], y es aquí donde las niñas y niños desarrollan  sus potencialidades escritoras. En este sentido es necesario que como docentes demos ejemplo, como lo expresa Machado (2002) “En pocas palabras, estoy convencida de lo que lleva a un niño a leer es, el ejemplo. De la misma forma que aprender e cepillarse los dientes, a comer con tenedor y cuchillo, a vestirse, a ponerse los zapatos, y tantos otros actos  cotidianos.”[2] Quien nos invita a reflexionar sobre cuál es nuestro papel frente a los estudiantes y quien nos lleva a pensar en lo que estamos aportando y como estamos aportando, la lectura debe ser un deleite y primero debemos ser nosotros quienes nos deleitemos emergidos en papel y tinta.


En este contexto, desde la lectura y la escritura, los estudiantes logran desarrollar su potencialidad, creatividad e imaginación como lo indica la autora Fajardo (2008)[3] Por lo tanto la lectura debe ir acompañada de diversos elementos que fortalezcan los procesos cognitivos,  psicológicos, emotivos, sociales, participativos y creativos de los niños. Por tal razón  los primeros acercamientos del niño con la lectura deben ser a textos que contengan elementos ricos y enriquecedores, múltiples y sugestivos y en ningún caso limitados o simplificados, y esas fortalezas se construirán cuando el maestro se siente y sea consciente que quienes lo escuchan son seres necesitados de afecto, la letra no entra con “sangre”, definitivamente entra con “amor”  y en palabras de Vasco (2008) “Tratar de formar pequeños lectores, mejor dicho ratoncitos de biblioteca, sin involucrarse de manera afectiva, no funciona. Sin unos brazos que acaricien, sin unas nanas que adormezcan, sin unas palabras mágicas que curen, poco o nada se logra. Entregar libros, así nada más, sin ton ni son, a los niños más chiquitos, suele ocasionar únicamente destrucción, conflicto y alejamiento de los libros”[4]  y para ser aun más claros, la lectura debe ser dada por un amante asiduo de la profesión o como mejor lo expresa Penac (1996) El maestro que lee con sus niños “da de leer”[5]


Desde este contexto teniendo claro que como maestros somos ejemplo para nuestros estudiantes y no solo ejemplo, sino también guías en su proceso formativo, tenemos el deber de motivar y desarrollar todo su potencial, en consonancia con Larrosa (1996), es posible el acceso a la imaginación de los niños, promoviendo la libre creatividad, en otras palabras, como docentes, debemos hacer uso de la imaginación, ya que es esta, reproductora de la realidad, desde la experiencia[6]


La praxis de la lectura en voz alta


Según Valverde (1984)[7] esta ha tenido su impacto en la población escogida para estas actividades, ya que hasta el momento, en las labores pedagógicas, solo se ha tenido en cuenta la escritura, a la cual se ha dado privilegio, dejando a un lado la lectura en voz alta, lo sonoro, lo bonito, lo estético, como motor y fuerza del lector,  desconociendo que el oído también es aprendizaje según Pelegrin (1984)[8], es decir, que  no únicamente el sentido de la vista es vía para el aprendizaje, pues todos los órganos del cuerpo son aprendizaje, entonces, desde este punto de vista, es relevante entrenar todos los sentidos del cuerpo, por lo tanto es muy necesario  propiciar la lectura en voz alta para el reconocimiento de lo diverso, para lograr la comunicación e interrelación humana de acuerdo a Chambers (1999)[9]  o desde la “imaginación y la creatividad” como acentúa Rodari (1999)[10]


Teniendo claro lo anterior es preciso al iniciar en trabajo de lectura, el verificar cómo los niños se encuentran con su cuerpo desde los sentidos, tomando confianza de sí mismos. En el momento de la realización de la lectura en voz alta el maestro  consciente de su rol,  debe permitir el acercamiento del sujeto como lector desde el respeto de todas las dimensiones humanas, promoviendo así “el amor a la lectura y la escritura” Cuervo (2008)[11], factor que la escuela nunca debe olvidar y necesita promulgar mientras exista, ya que esta es una de las estrategias más relevantes, que se debe utilizar en la práctica escolar.




A modo de conclusión:
“Leemos y escribimos con la conciencia de que la literatura no habrá de cambiar el mundo, pero sí a nosotros mismos, en la medida en que nos haga más amables y comprensivos, mejores personas,  Leer para escribir quiere decir que asumimos los textos como juguetes para divertirnos, es cierto, pero también para desarmarlos y aprender cómo los construyen sus autores, de manera que, con su ejemplo, podamos componer los nuestros”.
(José Martí).


La lectura es una afición que difícilmente se enseña, podemos llegar a contagiar a los demás, algunas veces se puede hacer por imitación, por ello debemos alimentar el espíritu lector desde temprana edad.


La lectura alimenta la imaginación, estimula y satisface la curiosidad intelectual, la creatividad, la fluidez, la flexibilidad, la originalidad y la sensibilidad. A todo lo bello, todo lo estético, todo lo que nos inspira. La lectura y la escritura nos vuelve más tolerantes, menos prejuiciosos, más libres, más resistentes al cambio, más universal, a través de la lectura volamos a otros mundos diseñados por nuestra imaginación y la escritura te hace libre para contar tu propia historia.


Los niños y los adolescentes con frecuencia nos indagan sobre el por qué y el para qué leer y  escribir y, muy seguramente, siempre tenemos una respuesta previamente preparada sobre la importancia de la lectura y la escritura a nivel pedagógico como “para estructurar pensamiento, para adquirir y consolidar conocimientos, para profundizar ciertas habilidades, entre otras”.  Sin embargo, y aunque también es parte del bien sabido discurso pedagógico, esos argumentos no son significativos sino para quien ejerce la labor educativa, y al no dotar a la actividad de sentido  la lectura y la escritura siguen siendo obligaciones mecánicas  trayendo como consecuencia  comprensiones parciales.


Somos nosotros, los educadores, educadores de una generación caracterizada por la confusión, educadores en un país en guerra, educadores en un mundo globalizado en conflicto permanente, los que debemos conceder a la literatura una significación mucho más amplia que, sin dejar de lado aspectos puramente instrumentales del uso de la lengua, recobre la magia de la palabra, el sentido de la narración, la empatía, los contextos históricos, los personajes como nosotros mismos, la voz del otro como un eco que no le de descanso a nuestras almas.

La literatura es, unida a otras artes, una de las más conscientes y, a la vez, virtuosas manifestaciones de la naturaleza del ser humano, cuya humanidad le confiere infinitos trasfondos que van desde la compasión, la generosidad o la sensatez hasta  la perversidad, el egoísmo o la violencia. 




[1] Cuervo, C (2010) Lecturas y escrituras vividas: una formación de sentido.
[2] Machado A.(2002) Entre gansos y vacas: escuela, lectura y literatura. En Lectura, escuela y creación literaria. Madrid:Anaya
[3] Fajardo M (2008) El profesor de preescolar y primaria frente a la literatura para niños: Una reflexión. En Revista del Grupo de Investigación “EDAFCO” (Educación, Afecto y Cognición) del programa de Psicología de la Universidad de Ibagué
[4] Vasco, I. (2008) Leer sin saber leer. En: http://www. cuatrogatos.org/3leersinsaberleer.html. Tomado en abril de 2008.
[5] Pennac, D. (1996) Como una novela. Norma. Bogotá
[6] Larrosa, J. (1996) Literatura, experiencia y Formación En La experiencia de la lectura. Laertes: Barcelona
[7] Valverde, J.M. (1984) ¿Qué es leer? Voz alta y escritura En La Literatura. Qué era y qué es, Barcelona: Montesinos
[8] Pelegrin A. (1984) Del arte de leer En La aventura de oír. Cuentos y memorias de la tradición oral. Bogotá: Cincel Kapeluz
[9] Chambers, A. (1999) Narración de cuentos y lectura en voz alta. Caracas. Banco del libro
[10] Rodari, G.(1999) Imaginación, creatividad y escuela en La Gramática de la fantasía. Bogotá: Panamericana
[11] Cuervo, C. (2008) Leer y escribir como experiencias corporales.

 Leslie Carreño
Elsa Patricia Parra
Sandra Jenny Otalvaro

Celimo Muñoz


1 comentario:

  1. Me encanto su trabajo, todos haciendo su circulo de lectura, con actividades importantes, con un autor profundo, me gustó la reflexión sobre el círculo. El texto último evidenció con propiedad lo que sus actividades habían evidenciado en el blog, una lectura y comprensión de los autores del módulo. Gracias a todos por este bello blog y estos círculos de lectura que hacen posible la vida a tantos niños y niñas... Continuemos....

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